La firma Maybach representa como pocas la exclusividad más sublime en la fabricación de automóviles, con especial atención a las innovaciones mecánicas introducidas por los ingenieros Wilhelm y Karl Maybach.

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Con la experiencia de haber trabajado con Gottlieb Daimler y tras haber fabricado los propulsores de los dirigibles alemanes, los Maybach volcaron todos sus conocimientos en la concepción de un clásico del automovilismo con un motor potentísimo: el Zeppelin.
Se trató de un V12 de ocho litros que desarrollaba 200 caballos de potencia. Este vehículo de tracción trasera estaba equipado por una caja manual de cuatro velocidades.
El Zeppelin se comercializó en 1930 con tres tipos de carrocería: sedán de cuatro puertas y descapotable de dos y cuatro puertas, con una distancia entre ejes de 3,734 metros en todos los casos.

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Se trataba de un modelo muy pesado y de grandes dimensiones que exigía incluso que sus propietarios tuvieran un permiso de conducción especial para vehículos de carga de más de dos toneladas y media.