Esta curiosa creación tomó forma gracias a un inquieto personaje de Oxfordshire, un condado no metropolitano al sureste de Inglaterra y cuya capital es Oxford, quien trabajó durante meses para hacerlo realidad.
Para ello, tomó como base su propio auto, un Volkswagen, al que le montó una especie de jaula que él mismo moldeó en acero. Dicha estructura fue recubierta después con madera, logrando la forma del cobertizo que vemos en las fotografías que acompañan este artículo.

Jardín rodante va por récord develocidad
Aunque no se vea muy rápido, el ciudadano del Reino Unido buscará conseguir un récor de velocidad con este vehículo, el cual –y según lo confirma el mismo dueño- alcanza velocidades de hasta 128 kilómetros por hora.
La marca mundial en esta categoría de curiosidades con ruedas (si es que se puede llamar así), la tiene Edd China, un reconocido mecánico de ‘Wheeler Dealer’, con una máquina llamada ‘Gone to Speed’, llegando sobradamente a casi 94 kph.
El récord buscará ser superado con la supervisión de las autoridades correspondientes, quienes velarán por que nadie llegue a tirar del vehículo o le dé algún ‘empujoncito’ para llegar más rápido.