En sus propias ligas el Mercedes-Benz Clase G y el Lada Niva son dos íconos que proponen dos formas totalmente opuestas para un mismo fin: atravesar cualquier terreno. Mientras que el Clase G toma la ruta del lujo y ostentación (al punto que un mínimo de sus propietarios los exigirá el máximo), el Niva se queda en lo esencial.

G-Niva
¿Qué pasa entonces si estos dos conceptos se combinaran en uno solo? Eso fue lo que se preguntó el diseñador Aleksandr Isaev y el G-Niva, como decidió llamarlo, es el resultado: un campero de dimensiones similares a las de un Lada Niva pero con muchos elementos de diseño y tecnología que no se verían fuera de lugar en un Mercedes-Benz Clase G.
Galería: G-Niva
Adelante es donde la inspiración del Clase G es más clara, mientras que la vista de perfil revela una silueta muy parecida a la de un Niva. La parte trasera es tal vez la más curiosa, con un vidrio grande como el del Lada y una parte baja delgada y con luces pequeñas de iluminación LED que recuerdan al Mercedes.

G-Niva
Lo más llamativo, al menos a nuestros ojos, es el techo con paneles removibles al mejor estilo T-Top, una combinación que le daría una rigidez estructural bastante… interesante, sobre todo al momento de salir del asfalto.
Galería: G-Niva
Por su parte, el interior del G-Niva nos parece la parte mejor lograda de todo el diseño, mezclando de una forma que funciona muy bien los paneles planos y formas cuadradas, con pantallas digitales, diferentes texturas y algunas soluciones llamativas (la pequeña palanca de cambios en la columna de dirección o el mismo timón, por ejemplo).
Para bien o para mal el G-Niva se trata únicamente de un concepto que vive digitalmente así que ni siquiera hay indicios de una motorización o datos sobre su hipotético desempeño.

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