Hace cerca de un mes, la compañía llamó a revisión en el mundo a 1,6 millones de modelos Cobalt por un defecto en el encendido. En Detroit también fueron revisadas por la misma falla 971.000 mil unidades.
Ese defecto fue el que estuvo vinculado con cerca de treinta accidentes en los que perdieron la vida trece personas y consistió en que la llave de contacto se ponía en posición de ‘detención’ estando el vehículo en marcha, lo que en ocasiones no permitía el despliegue de los airbags. En este caso específico, General Motors recomendó además no usar llaveros ni accesorios de ningún tipo en las llaves de encendido.
Por otro lado, el grupo también llamó a revisión a 490 mil pick-ups y carros de alta cilindrada como los Silverado, Suburban, Tahoe, GNC Sierra y a los modelos Yukon 2014 y 2015, en los que se verificaron fugas del refrigerante. Por este motivo no se registraron accidentes.
Finalmente, la semana pasada, se suspendió la comercialización del Cruze 1.4 turbo y se anunció la convocatoria de 172.000 unidades que ruedan actualmente en las calles, para las respectivas intervenciones, ya que ese modelo presentó una falla en el eje delantero derecho y podría quebrarse cuando el carro vaya en movimiento, pero, según la compañía, el conductor no correría el riesgo de perder el control sino que el vehículo perdería fuerza y se detendría progresivamente.