General Motors anunció que revisará de forma preventiva unos 3.5 millones de vehículos en Estados Unidos por el mismo defecto que se presentó en los Chevrolet Cobalt y que tiene que ver con las piezas del motor de encendido que pueden cambiar de posición y llegar hasta el punto de apagado, si los carros pasan por terrenos demasiado rizados.
Este nuevo llamado le costará al gigante estadounidense unos 2.000 millones de dólares en los que se reemplazará este repuesto y los carros que están involucrados son los Buick LaCrosse (años 2005 al 2009), los Chevrolet Impala (06-14), los Cadillac Deville (00-05), los Cadillac DTS (07-11), los Buick Lucerne (06-11), los Buick Regal (05) y los Chevrolet Monte Carlo (06-08) que en su mayoría se vendieron en el mercado de Estados Unidos.
Seis heridos y ocho accidentes son los que llevaron a la empresa a reemplazar esta pieza que también se puede mover por el peso del llavero o al pasar sobre las vías férreas.
En esta llamada se revisarán también unos 68 mil Cadillac ATS de 2013-2014 y Cadillac CTS por problemas en la transmisión automática, más de 57 mil pick-up Chevrolet Silverado y GMC Sierra por defectos en el asistente de la dirección, 16 mil Cadillac CTS AWD y 712 Chevrolet Corvette que pueden presentar un problema en el airbag del pasajero. Ninguno de estos problemas ha producido accidentes o involucrado personas heridas.