Si bien se trataba de una versión sedán del Golf, el Jetta tenía varios cambios estéticos exteriores y sobre todo interiores, donde se optó por un espacio de mayor categoría. Los compradores tenían la opción de una carrocería de dos o cuatro puertas.
La oferta mecánica era la misma del hatchback, partiendo de un pequeño 1.1 litros de 50 caballos a un 1.8 litros de 110 caballos, con la posibilidad de elegir un motor diésel de 50 caballos o el mismo, pero turbocargado, que llegaba a los 68.
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Publicado por Dacia 1300 New York en Domingo, 12 de abril de 2020
Antes del cierre de importaciones de los años 80 en Colombia, Volkswagen del Caribe, que se venía desempeñando como importador desde los años 50, trajo algunas unidades de este modelo, el cual sería reemplazado por la segunda generación en 1984. Con el ‘apellido’ Carat (correspondiente a la versión más equipada) alcanzaron a llegar algunas unidades a principios de los años 90.

Volkswagen Jetta, un clásico eterno
Importaciones pequeñas como estas cesaron en 1993 cuando Automotriz Interamericana tomó la representación oficial de la marca, trayendo consigo la tercera generación, que conocimos como Vento.
Pero sería la cuarta generación, que retomó el nombre Jetta, la que dejaría una marca imborrable en Colombia, manteniéndose vigente hasta hace algunos meses con pocos cambios generales.
Durante estos años convivió con sus sucesores a nivel mundial, el Bora y el nuevo Jetta, este último manteniendo vivo el legado de este modelo en el país.