Una muy particular campaña australiana busca crear conciencia entre los conductores para que moderen la velocidad. La artista Emma Hack, usando el cuerpo humano como el medio de expresión, creó una escultura temporal para llamar la atención de todos los 'actores' del problema.
La escultura representa de manera conceptual un Volkswagen accidentado, que se forma con los cuerpos de 17 modelos cubiertos de pintura y 'ensamblados' entre sí.
El resultado de Emma fue una extraña forma impactante y llamativa para mostrar que el problema de las velocidades excesivas en las calles junto con la baja velocidad de los peatones, generan muchos accidentes y problemas tanto para unos y otros.
No es la primera vez que se usa esta 'técnica' para crear vehículos. En el pasado Salón Internacional Progresivo de la Motocicleta, se exhibieron algunas motos cuya materia prima fueron los cuerpos humanos.
Sin duda es una forma muy agradable y llamativa de crear arte y lograr conciencia para la campaña. Por lo menos estará muy presente en la mente de los conductores la imagen del auto arrugado hecho de cuerpos pintados y retorcidos.