Este año, la gigante estadounidense dará inicio a la producción de carros autónomos, que ensamblará Rouch Performance y deberán estar listos a más tardar en cinco años y para ello ha hecho acuerdos con algunos proveedores de autopartes, como Continental, Bosch o LG.
Pero lo realmente provocador de este gran proyecto está en capitalizar el llamado carro social, sin los potenciales riesgos o perjuicios que se tendrían eventualmente con los vehículos convencionales y empresas prestadoras del servicio.
La idea generalizada de Google con este tema es sencillamente obtener mayores ganancias que las de empresas actuales -Uber, por ejemplo- a bajos costos pero utilizando la más avanzada tecnología.
Y eso fue lo que desde su Dirección hizo saber la compañía en el marco de la feria tecnológica CES de Las Vegas realizada en enero, recalcando lo provechoso que sería que carros autónomos llevaran y trajeran a sus casas a diferentes vecinos.
Como dato interesante está el hecho de que el cofundador de Google, Larry Page, manifestó una gran obsesión por el tema del transporte, la cual justifica y hace comprensible el porqué de la compra de Waze hace más de año y medio.
Mientras tanto, se supo que Uber hace acuerdos con la Universidad Carnegie Mellon para investigar y desarrollar una tecnología propia y usarla para producir su propio vehículo autónomo.