Las cadenas son totalmente confiables y duran la vida del motor, salvo en algunos casos famosos e históricos como los motores de los Zastava y Fiat de los 70, cuya cadena sonaba, desde nuevos.
Las correas son más baratas de hacer, operar y fáciles de “enhebrar” ahora que los ejes son dobles y van en la culata, y más en los motores en V.
Son más silenciosas y precisas para dar el tiempo de encendido y de válvulas, pero también más frágiles pues se afectan con la arena del medio ambiente, el ozono, y son susceptibles de réplicas de mala calidad que se venden como repuestos y uno no puede detectarlas en un mostrador.
No es para vender más partes, pues esas fallas afectan la reputación de un vehículo, lo cual no le genera ningún beneficio al fabricante, pero estos deberían ser mucho más rigurosos en el diseño de esos sistemas que fallan prematuramente en muchos carros.
Hoy, hay fabricantes que regresaron a lo tradicional y usan el sistema de cadenas como gancho de venta.