Esta nueva serie se basa en los modelos de producción del fabricante alemán, pero vienen mucho mejor equipados, con unos particulares acabados y prestaciones hondamente deportivas.
Aunque inicialmente serán lanzados dos modelos, varios de los modelos Mercedes con distintas motorizaciones Mercedes podrán caracterizar con esta nueva línea de personalización.
Con esta jugada, Mercedes-Benz AMG tendrá las cartas suficientes para competir con la deportiva línea S de Audi, así como la M Performance de BMW y, de esta manera, cumplir con el objetivo de la compañía en cuanto a duplicar su facturación de aquí a tres años.
Por otro lado, la marca prometió que con la división intermedia, también bajarán los consumos de sus modelos hasta en un 35 por ciento, una cifra muy competitiva si se tiene en cuenta que la línea AMG tradicionalmente ofrecía unos muy elevados gastos de combustible.