A principios de mes el dueño de un Tesla Model 3 en Barstow, California, tuvo que vivir algo que pocos quisiéramos: un hombre lo bajó de su Tesla Model 3 para robárselo. Sin embargo, el ladrón no contaba con que su víctima tenía una “poderosa arma” en su bolsillo: su Smartphone con la aplicación de Tesla.

Tesla App
Luego de bajarse rápidamente de su vehículo la víctima sacó su teléfono, abrió la aplicación y apagó el motor del carro y puso los seguros, para luego llamar a la policía. ¿Por qué el ladrón simplemente no abrió la puerta al darse cuenta de todo esto, se preguntarán?
Pues bien, después de que la policía llegara al lugar, donde encontró al ladrón dentro del vehículo y lo bajara del mismo, se dieron cuenta de que parpadeaba rápidamente y de que “su comportamiento era errático y combativo”. Resultado: Charles Smith, como fue identificado, fue acusado de intento de robo de vehículo y de estar bajo influencia de una droga controlada.
Es decir que si bien el dueño del Tesla Model 3 contó con el infortunio de ser robado (o bueno, de intentar ser robado), también contó con la suerte de que el ladrón estaba lo suficientemente drogado como para no poder reaccionar ante una puerta cerrada. Porque si bien la aplicación permite cerrarla de forma remota, por temas de seguridad esta de todas formas puede abrirse desde adentro con la manija.