Volkswagen continúa con su proyecto de electrificar sus modelos clásicos y ahora el turno fue para una T2 de 1972.
El trabajo de la conversión fue encomendado a la firma EV West, que se encargó de darle esta nueva vida a la Volkswagen T2.
La carrocería de la Volkswagen T2 fue restaurada y se pintó en una combinación con los colores Kansas Beige y Pastel White de la época.
Para reemplazar el motor de fábrica se utilizó la motorización del eGolf, con una batería de 35.8 kWh que desarrolla 134 caballos de potencia.
Como el peso en la parte trasera se aumentó, también se cambió la suspensión original de la Volkswagen T2 por un sistema independiente.
Las baterías de la Volkswagen T2 se ubicaron bajo las sillas delanteras, donde originalmente se encuentra el tanque de combustible.
Finalmente, el interior de la Volkswagen T2 se mantuvo original, con todo y la palanca de cambios que aquí sirve para cambiar entre los modos del frenado regenerativo.