Este es el modelo que las compañías Nissan e Italdesign querían llevar al pasado Salón de Ginebra. Diseñado por los equipos Nissan en Europa y Estados Unidos.
A diferencia de las imágenes conceptuales, el modelo de producción luce una carrocería pintada en azul turquesa, con algunas piezas negras que crean contraste.
El nuevo aspecto incluye modificaciones adelante, en el bómper y las luces; mientras que por debajo esconde el mismo R35 existente desde 2007.
Sin duda es un deportivo muy elegante, con una línea del techo rebajada en 54 milímetros, en comparación con el GT-R Nismo 2018 en el que está basado.
El techo también se destaca por llevar una sección central profunda, rodeada de dos laterales elevadas. Adelante las luces LED le dan una apariencia más audaz, mientras que atrás el gran alerón es ajustable.
Complementando los cambios exteriores, hay un juego de rines de aleación de 21 pulgadas, exclusivo para el modelo. Sin embargo, también se aventuraron modificar el interior.
La cabina hace un uso generoso de la fibra de carbono, así como de cueros y Alcantara.
Pero más allá de su estética, el GT-R50 alardea de su mecánica. Utiliza una evolución del motor V6 de 3.8 litros biturbo, ajustado por Nismo para entregar 710 caballos de potencia, 110 unidades más que el GT-R Nismo.
El torque también aumentó. Nissan dice que llega a los 780 Nm, lo que representa un aumento de 128 Nm sobre el modelo de base.
Las nuevas prestaciones requirieron una transmisión secuencial reforzada, de seis velocidades y doble embrague, y también frenos Brembo más poderosos.
Bilstein se encargó de la suspensión con amortiguación ajustable, mientras que Michelin proporcionó las llantas Pilot Super Sport 255/35 R21 adelante y 285/30 R21 atrás.
Nissan GT-R50 Italdesign 2020, edición limitada a sólo 50 unidades.